"Un pueblo que se identifica en su cultura, es un pueblo invencible."

Mis padres me criaron en los Estados Unidos pero ellos proceden de distintos pueblos en México. Ambos tuvieron que sacrificar mucho para poder llegar aquí y cumplir su versión del "sueño Americano". Tuvieron que abandonar a sus pueblos, sus casas y a muchos de sus seres queridos, y en algunos casos sin tiempo para avisar ni despedirse. Mi mamá fue criada en Tijuana y mi papá en un pueblo en Zacatecas; mi mamá fue bastante afortunada de poder llegar a EE. UU. de manera lícita por distintas razones, pero mi papá no tuvo esa misma fortuna y en un momento tuvo que intentar a llegar de manera ílicita. En ese tiempo, a los sieto u ocho años, él no tuvo la educación suficiente para ser éxitoso en su viaje y fue deportado; pero años después mi papá pudo encontrar la manera de llegar legalmente y eventualmente mi papá, y mi mamá también, se hicieron ciudadanos estadounidenses.

Ahora, quizás se están preguntando (o te estas preguntando ya que no creo que más de una persona vaya leer un blog de una muchacha común y corriente) ¿de que te sirve escribir sobre todo esto y publicarlo? Bueno, la verdad una de las razones es que soy terrible en la escritura y la gramática, y esto es una manera de intentar a mejorar; pero la razón principal es para desahogarme y también para avisarle al mundo sobre mi opinión del biculturalismo, el bilingüismo y de [mí] lengua nativa. Cabe destacar que yo no soy ni investigadora ni lingüísta, solo son mis opiniones. Aquí les va. Para regresar a la mini-biografía que les explique sobre mis padres quiero ofrecerles una descripción de mi niñez. Mis papas criaron a seis hijos y a cada uno solo se les hablaba en español. Mis hermanos y yo no aprendimos el inglés hasta que nos toco entrar a la primaria. Yo aprendí a hablar, leer, y escribir primero en español y mientras iba progresando en mi educación, iba desarrollando mi inglés. Por mucho tiempo yo pensé y decía que el español era mi lengua nativa, o mi lengua materna, pero si brincamos 15 años al futuro, me parece que esos pensamientos quizás no son iguales hoy en día.

Acabo de terminar mi primer año en mis estudios de postgrado y mis profesores me han dicho que no soy realmente bilingüe; las palabras fueron "sí entiendes el español, y sí lo hablas bien pero cuándo sube el registro, o no lo entiendes, o duras más tiempo en entenderlo". Y, claro sé que tiene razon en decir que cuando sube el registro de un discurso me cuesta más entenderlo, pero estoy completamente opuesta a la idea de que yo no sea bilingüe. Mis papas jamás me negaron la oportunidad de aprender dos idiomas, y mis papas más que nada hablan en español. Aunque hablen el inglés, su lengua materna es el español y ellos no me hablan nunca en inglés. Sí en el momento en que un individuo usé una palabra con más de tres sílabas me cuesta muchísimo esperar el contexto para aprender la palabra, pero no por eso término de ser bilingüe. Ese comentario realmente me llegó al alma hasta que me di cuenta que la persona que me trato de invilidar como bilingüe es una persona que fue criada en EE UU con padres caucásicos que tuvo más privilegios en su educación. Una persona que no tuvo que pasar por los momentos humillantes que pase porque no fuí lo suficiente americana para los estadounidenses ni lo suficiente mexicana para los mexicanos. Yo me rehúso a pensar que me despojen del título de bilingüe. Yo soy producto de mi crianza bicultural. Soy tan orgullasa de ser mexico tanto como ser estadounidense, soy Latina con orgullo, y México-Americana aún más orgullosamente.

Mi lengua materna es el español porque esa es la lengua en la cual mi mamá me hablaba mientras estaba en su vientre. Es la lengua en la cual mis padres me criaron y es la lengua que seguira desarrollando yo misma a pesar de las opiniones de individuos que tengan pensamientos opuestos. Quizás yo no uso mucho las palabras con un "más alto registro" y quizás me cuesta más tiempo en entender esas mismas palabras, pero aun así, he podido comunicarme con individuos de mayor importancia, como los campesinos, los migrantes soñadores, y hasta mis propios estudiantes del inglés. Y, también quizás hablo más "español estadounidense" o "de la frontera" pero lo hago con orgullo, en especial porque por ese uso del español he podido llegar a donde estoy; las personas como nosotras con una identidad bicultural somos el futuro. Una cosa más, quiero que abran los ojos y que se den cuenta que el español, tanto mi español "Tijuanense" como mi "castellano" son válidos. Nosotros quienes hablamos estos dialectos de la lengua somos un pueblo con una realidad pesada: con crisis de identidad, con rechazos de ambas culturas, la lucha con dos idiomas; acuérdense que también somos un pueblo inteligente, poderoso, y capaces, y debemos ser valorados por que somos el futuro.  Dicho del Náhuatl: Un pueblo que se identifica en su cultura, es un pueblo invencible. Siguan rechazandonos y negandonos el bilingüismo y verán, "el que ríe de último, ríe mejor."

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